Hoy les voy a contar algo. Una vez fui a la ginecóloga, mi ginecóloga. Ella como de costumbre, me mando a hacer unos estudios de rutina, cosa que a mi no me gusta pero como nunca me había hecho uno esta vez no me negué. Cuando fui a buscar los resultados encontraron un par de valores altos que notaron clásicos de un problema de la tiroides. Así que me mandaron a hacer mas estudios, esta vez mas específicos. Me encontraron dos nódulos en la zona de la garganta que ellos creían que eran los causantes de lo que me diagnosticaron, hipotiroidismo. Mi papá es médico, y me mando a un especialista de lo mejor de lo mejor. El endocrinólogo me dijo que eso había que tratarlo, que el me aconsejaba punzar para ver si eran malignos. Yo odio manosear mi ser, y aunque estaba un poco procupada y confundida decidí seguir el tratamiento pero no punzar. Y así empecé a tomar una pastillita todas las mañanas. Para mi esto era agresivo, yo que nunca quiero tomar medicamentos tengo que, como me dijo el doctor, tomar una pastilla todos los días por el resto de mi vida. Y bue, que se le va a hacer, pensé. A los tres meses, me fui a lo de un vecino que hace masajes. Es una especie de don que tiene porque el no estudio eso, sino que lo hace porque la gente se lo pide y diría casi con seguridad que ocupa la mayor parte de su tiempo y lo hace feliz. En un momento me pregunta “vos estas tomando alguna medicación?” yo le dije que si y le conté la historia. El me miraba con cara de preocupación hasta que me dijo seriamente “ahora todo el mundo tiene hipotiroidismo?” , entonces mis ganas le preguntaron “decís que no tome mas la medicación, que es una mentira?”, el solo me respondió “no la tomes mas”. Y a partir de ese día no tome mas nada, sin decirle a nadie. El hecho de no tomar nada me saco la preocupación que tenia por meterle a mi cuerpo una pastilla todos los días, y realmente esa sensación me hacia sentir muy bien. A los tres meses me hice otra vez los estudios y me encontraron NADA. Felicidad total. Y esto no le paso a una amiga, me paso a mi. Y entonces me pregunto: cuanta gente que no se cuestiona el accionar de la medicina sigue tomando la pastillita sin tener nada que ver con ninguna enfermedad? Cuantos son los que ven a la medicina como un dios al que le rezan todos los días? Cuantos animales mueren por este circo? Cuanto ganan los laboratorios con la gente sana? Lamentablemente esto es lo que pasa, hay que estar atentos, preguntar, cuestionar, buscar alternativas mas naturales. No le servimos sanos al sistema, cuanto mas enfermos y débiles mas fáciles de manejar.